lunes, 6 de septiembre de 2010

Transcurro.

Transcurro.

Fue un día como hoy,
eso me han dicho.
Vine a éste mundo,
sedienta,
caprichosa.

Fue un día como hoy,
yo no me acuerdo.
Pero no hay día que pase
sin desafiar al espejo
para intentar recordarlo.

Me sobreacoge el presente,
me impulsa el miedo.
Ambivalente.
Sentimental.

Me asusto, al ver lo que veo,
lloro, al descubrir lo que falta,
sonrío, porque puedo hacerlo.

Fue un día de agosto, similar al de hoy.

Desde entonces transcurro,
me deslizo en el tiempo
entre amigos y terceros inciertos.
Busco incógnitas y subsisto en mi mente.
Sorteo las heridas y alimento el pasado.

Fue un día de agosto
cuando empecé a imaginar
un futuro, igual a éste hoy.