domingo, 7 de diciembre de 2008

Descubrimiento

Hoy descubrí una nueva ciudad; una ciudad en la que vivo sin ser la mía. Hoy me (re)descubrí en la ciudad en la que desde hace casi tres meses vivo. Las calles me parecieron más familiares y el clima alentaba a caminar por horas: el cielo despejado, hojas secas volando encima de los caminantes y el sol iluminando la arquitectura de los edificios más altos. Bajé al centro por la misma avenida por la que siempre lo hago, pero esta vez lo hice por el otro lado, y extrañamente vi cosas que antes no había visto a pesar de ya haber subido y pasado junto a ellas. Hoy me di cuenta –recordé– que podemos ser uno cada día, en función de la ciudad, del clima o del estado de ánimo. Sin importar nuestra calidad migratoria, somos, por razones que nosotros mismos desconocemos, turistas, extranjeros, nacionales o viajeros de un mundo que no es nuestro. Yo suelo combinar dos o más de esas calidades al día –no porque así lo quiera–, pero hago esfuerzos por mantenerme siempre como extranjera, aún cuando estoy en mi propio país, para no dejar de observar. Hoy me sentí más yo –miento: ¡más nueva!- en una ciudad que ahora es más mía.

4 comentarios:

Gabriel Rodriguez Garcia-Huidobro dijo...

Me fascinan los tinteros, y la tinta y las plumas. Hoy ya desaparecieron o se transformaron en costosisimas "montblancs" que siempre se pierden y solo permiten escribir cheques. Me recuerdo de la "tinta china" (vendria realmente de China ?), una tinta negrisima que se exigia en el colegio para hacer los dibujos geometricos, maravillosos, impecables, listos para la nota maxima,... hasta que se derramaba la tinta china y habia que, a diferencia de la vida en que eso no se puede, ... volver a empezar.

Ytzia dijo...

Sobre la propiedad o pertenencia de una ciudad, la ironia es que la nuestra pareciera cada vez mas lejana al descubrirla. Es tan extensa que el sentimiento de pertenencia existe, pero no está del todo justificado.

Nuria dijo...

Mil gracias por los comentarios.. Eres lo máximo!! Pero tengo que decir que la nuestra (gran ciudad) es tan nuestra como nosotros queramos.. el sentimiento de pertenencia obedece a otras cuestiones; no a su extensión. Justificado es no sentir, a veces, que tenemos algún derecho o efecto sobre ella. Besos.

Ytzia dijo...

Esoooo! Asi es mi Nuri, coincido!